Este dos de febrero muchas personas continuaron con la tradicional fiesta de la candelaria en Uriangato, lo que hizo que desde temprana hora, muchas personas fueran al templo con sus niños Dios y sus niñas infantitas para bendecirlas y pedir por un año más próspero.
Los creyentes dijeron que ya era traición acudir al templo el día 2 de febrero, a llevar a sus niños Dios a las parroquias, por lo que algunos lo llevaron con algún cambio de ropa completamente nuevo.
“Mucha gente viene a la misa y trae a sus niños Dios.
Esos que se arrullan en diciembre hay que traerlos el día 2 de enero a la misa a bendecirlos porque es tradición. También se acostumbra a ponerle un cambio de ropa nuevo de lo que la gente quiera, algunas personas lo tejen y otras más lo mandan a hacer”, dijo creyente.
Uriangatenses que siguen esta tradición, dijeron que también se acostumbraba a comer los tradicionales tamales, mismos que eran pagados por las personas a las que les había saldo el niñito Dios en la rosca de Reyes, el día 6 de enero.
“Los niñitos Dios que salen en la rosca se traen el día de hoy y también se bendicen. Ser meten a la cartera y no les va a faltar dinero para el resto del año, porque es algo de buena suerte. También hoy se compran los tamales y la gente acostumbra a convivir y a celebrar, aunque ahora con todo lo que vivimos con la pandemia, el festejo es menos y más simbólico”, dijo creyente.
Algunas personas que les salió el niño Dios informaron que habían comprado los tradicionales tamales para cumplir con la tradición y otros más, dijeron que habían comprado una comida especial para compartir con quienes habían partido la rosca.
“La rosca la partimos en la casa, pero este año me dijeron que no querían tamales y que comprara una pizza. La compramos y la compartimos en familia; mucha gente acostumbra también a cambiar los tamales por otra comida que se les antoje, aunque los tamales siempre son los más tradicional de este día”, externó creyente.